Septiembre 24 de 2012.
Más de mil jueves: la historia de las madres de la Plaza de Mayo
El auditorio León de Greiff recibirá al grupo italiano Assemblea Teatro y su obra “Más de mil jueves”, un homenaje a las madres argentinas que todos los jueves se reúnen en la Plaza de Mayo en Buenos Aires pidiendo verdad y justicia, frente a las barbaridades de la dictadura militar que controló por más de diez años a Argentina. Con esta puesta en escena que ha recorrido escenarios del mundo se busca hacer memoria para no olvidar lo sucedido.
Regresa, a pocos días del 36º aniversario del Golpe argentino, para contar la historia, aquella con la S mayúscula. La historia de un grupo de mujeres, las madres, que todos los jueves, por más de mil jueves, este es el tiempo de su lucha, caminaron pidiendo verdad y justicia.
Incluso ahora que la obtuvieron, muchos procesos importantes concluyeron con la condena a cadena perpetua de los torturadores oficiales y asesinos de sus hijos, continuan caminando en la plaza, todos los jueves. Lo hacen para no permitir el olvido, quien de ellas puede aún – ya tienen todas alrededor de ochenta años- caminar por el mundo para contar lo vivido. Y nosotros con ellas. También Assemblea Teatro continua contando.
Lo hace con una obra que en Italia ha sobrepasado las 300 funciones y que, en gira internacional en más de 10 países, ha encontrado miles de espectadores, yendo en escena, también a lugares símbolo como la misma Plaza de Mayo o l’ESMA – Escuela Superior de Mecánica de la Armada- en Buenos Aires, a la Villa Grimaldi en Santiago de Chile, o a La Perla en Córdoba, también en Argentina.
Ahora una nueva etapa, en Lisboa, organizada conjuntamente con la Embajada Argentina en Portugal y a solicitud de la Casa América Latina y la Cámara de Comercio de la capital portuguesa. En escena en lengua española, una vez más, las palabras intensas y vibrantes, escritas por Massimo Carlotto.
Una denuncia precisa del método militar que controló por más de diez años a Argentina, pero especialmente el relato de cómo un puñado de mujeres pudo resquebrajar el muro de complicidad y silencio creado por una de las dictaduras militares más violentas: Las madres marcharon, y ellas fueron las primeras y además solas, las que denunciaron las torturas y las desapariciones. A ellas, día tras día les continuamos dedicando este trabajo que nos obliga a no olvidar.